He aquí una lista de cosas que no se deben hacer durante una producción musical para garantizar la mejor calidad posible y evitar problemas técnicos y de mezcla:
Para evitar ciertos problemas en la producción musical, es importante no descuidar la acústica de la sala, grabar con un nivel de entrada adecuado, no utilizar demasiados efectos, utilizar instrumentos de calidad, tener unas condiciones de escucha neutras, hacer copias de seguridad con regularidad, equilibrar los niveles de los distintos instrumentos y no descuidar los problemas de fase.
Veamos con más detalle lo que no se debe hacer al producir música y cómo evitar estos escollos.
Descuidar la acústica de la sala
Es importante contar con la acústica adecuada para la producción musical a fin de evitar resonancias o ruidos extraños. A menos que esto forme parte de su enfoque artístico, corre el riesgo de acabar con un sonido «espacial», como si estuviera en una habitación pequeña. Intente recortar las reflexiones del sonido aplicando espuma aislante a las paredes paralelas y a las superficies duras y planas. Para las captaciones vocales, existen espumas aislantes especializadas que rodean el micrófono y evitan la reverberación de la sala. Es importante tener en cuenta que las voces suelen comprimirse bien, por lo que cualquier defecto en la grabación será aún más perceptible Así que haga algunas pruebas antes de embarcarse en un proyecto más serio y vea qué puede mejorar.
Grabar con un nivel de entrada demasiado alto
Una vez grabada, la saturación no siempre es recuperable. El recorte digital (saturación digital) puede eliminarse utilizando plugins especializados, pero son relativamente caros para un uso sencillo en un estudio casero (Waves X-Click por ejemplo). Por lo tanto, es preferible (y recomendable) evitar este tipo de problemas adoptando unos reflejos de grabación de audio que le ahorrarán frustraciones y pérdidas de tiempo. Antes de grabar, coja su instrumento y toque el momento más fuerte de su interpretación e intente mantener el nivel máximo de grabación en -6 dB. Siempre puede compensar la pérdida de nivel en el software añadiendo ganancia posteriormente.
Utilizar demasiados efectos
El uso excesivo de efectos puede dificultar la mezcla y alterar la calidad del sonido. Demasiado es menos. Lo mismo se aplica a la mezcla. Imagínese cocinar demasiado la comida o planchar demasiado las camisas: los resultados no suelen convencer. Es bastante fácil amontonar efectos en una sola pista para conseguir un sonido casi perfecto, pero ahí es donde está la trampa. No se trata de tener una pista perfecta, sino un conjunto de instrumentos que, juntos, suenen bien y sean coherentes. Así que tenga en cuenta que se trata de una canción, y eso es lo que la gente va a escuchar, no sólo una pista de la misma.
Utilizar instrumentos de mala calidad
A menos que forme parte de su enfoque artístico, elegir instrumentos mediocres o de calidad pasable no lo compensará en la mezcla. Lo mejor que puede hacer es enmascarar la mala calidad con reverberación o efectos. Lo mejor es utilizar instrumentos (virtuales o reales) de calidad equivalente para mantener la cohesión del sonido y la coherencia del estilo. Por supuesto, esto no es una regla rígida: puede utilizar extractos de películas antiguas o muestras de viejos discos de vinilo, por ejemplo.
Utilice altavoces HiFi para las mezclas
Es importante tener un oído atento para hacer una mezcla de calidad. Los altavoces HiFi no están calibrados para reproducir el sonido con fidelidad y sin coloraciones, por lo que tendrá que conseguir unos monitores de estudio con un sonido neutro para poder producir su música en las mejores condiciones posibles o, en el mejor de los casos, unos auriculares de estudio. Una excepción a la regla es el Yamaha NS-10, que tiene una curva de respuesta bastante parecida a la de los monitores profesionales (aparte de los graves), razón por la que se convirtió en un elemento básico de los estudios de producción profesional en los años 80.
Olvidarse de hacer copias de seguridad con regularidad
Esto evita perder todo el trabajo que ha realizado en caso de un problema técnico. Hacer copias de seguridad no es una opción, es un imperativo. Lo más importante no es la máquina, sino lo que hay dentro de ella. Podría perder el trabajo de todo un día o simplemente un solo de guitarra que ha conseguido ejecutar a la perfección sin poder volver a grabarlo con el mismo talento. Así que recuerde hacer copias de seguridad periódicas no sólo de sus proyectos, sino también de su software y de su sistema operativo.
Descuidar el equilibrio de niveles
Es importante equilibrar los niveles de los distintos instrumentos para evitar problemas de mezcla. Un instrumento demasiado alto puede desequilibrar la mezcla y hacer que el oyente pierda la inmersión. El ejemplo clásico es el guitarrista que quiere tocar su solo de guitarra más alto (o demasiado alto) que todo lo demás, sin tener en cuenta la perspectiva del oyente medio (que no es necesariamente un guitarrista). Si su mezcla no es buena, su masterización no la salvará y sufrirá en consecuencia.
Descuidar los problemas de fase
Una pista doblada a izquierda y derecha con un retardo, una tonelada de efectos, una pista olvidada u oculta… estas cosas pueden causar problemas de fase que le molestarán cuando esté mezclando. Es más sensato ir paso a paso al grabar y evitar acumular tantas pistas que no sepa qué pista toca qué instrumento. Recuerde anotar el nombre del instrumento antes de grabar. Podrá ordenar mejor las cosas si tiene muchas pistas y no correrá el riesgo de tener problemas de fase causados por interacciones entre pistas similares. También es posible invertir la polaridad de una pista para superar un problema de fase (o desplazamiento de fase), pero tendrá que ir de oído o utilizar herramientas para detectar posibles problemas de fase en su pista. InPhase de Waves, por ejemplo.
No delegue
Si es de los que quiere hacerlo todo usted mismo, pero no tiene paciencia o quiere hacer las cosas rápido, aunque eso signifique que la calidad de su trabajo se resienta. Será mejor que recurra a un tercero o a un profesional. Una etapa de producción mal ejecutada puede destruir fácilmente todo el trabajo realizado anteriormente. Por ejemplo, la masterización es una etapa crucial para que su pista sea reproducible en todas las condiciones de escucha. Si no realiza la masterización correctamente, no sólo se sentirá decepcionado usted, sino también sus oyentes. Si no tiene otra opción, llame a un ingeniero de sonido que sea capaz de masterizar su pista. Los precios pueden variar entre 60 y 120 euros. Como último recurso, también puede realizar la masterización en línea utilizando servicios de masterización con inteligencia artificial (de pago o gratuitos). Pero tenga en cuenta que el resultado no estará al mismo nivel que el conseguido por un profesional, un humano con oídos de verdad y verdadera experiencia.
Conclusión
Siguiendo estos consejos, debería poder evitar algunos de los escollos de la producción musical que pueden hacerle perder tiempo y energía. También tendrá una buena base en términos de flujo de trabajo y grabación, y la calidad de su trabajo será mucho mejor por ello.